Si Dios y absolutamente nada más
existía antes de la creación del mundo, el universo llegó a existir a partir de
la nada. Pero, ¿acaso no es absurdo decir que algo se originó de la nada? Es
absurdo decir que la nada puede ser causa de algo, porque la nada no existe y no
tiene poder para hacer nada. No obstante, no es absurdo decir que alguien (por
ejemplo, Dios) hizo que el universo existiera a partir de la no existencia. La
nada no puede crear algo, pero alguien, que solo es Dios, puede crear algo a
partir de la nada.
De hecho, si el universo tuvo un
principio (como demostramos anteriormente), entonces hubo un tiempo en que el
universo no existía y luego existió, después de que Dios lo creara. Esto es lo
que significa la creación «de la nada» (en latín, ex nihilo). No
significa que Dios tomara un «puñado de nada» e hiciera algo, como si la «nada»
fuera algo a partir de lo que se pudiera hacer el mundo. Lo único que había era
Dios y nada más. Dios hizo que existiera algo que hasta ese momento no había
existido.
Dicho de otra manera, la creación «de
la nada» simplemente significa que Dios no creó algo a partir de algo que ya existía
junto con él, como sostienen ciertas formas de dualismo que suponen la
existencia de dos entidades esenciales eternas. Esto sería propiamente dicho
creación ex materia: la creación a partir de un material preexistente
ajeno a Dios. Era la posición sostenida por el filósofo griego Platón.
Tampoco creó Dios el mundo a partir de
sí mismo (ex Deo). Es decir, no tomó una parte de su ser para dar origen
al mundo a partir de eso. En realidad, el Dios cristiano ortodoxo no
tiene partes. Él es un todo íntegro que es absolutamente Uno. Por lo tanto,
no había manera de que Dios pudiera tomar una parte de sí para hacer el
mundo. Dios es Infinito y el mundo es finito.
No se puede producir un infinito a
partir de ninguna cantidad de partes finitas, ya que sea cual fuera la cantidad
de partes o piezas que se tuvieran, siempre cabría la posibilidad de agregar una
más. Pero tampoco puede haber más de
un infinito. Por lo tanto, ninguna cantidad de partes podrían igualar un
infinito. Por lo tanto, Dios no podría haber creado al mundo de una parte de sí
(por ejemplo, ex materia).
El mundo provino de
Dios pero no es de Dios.
Él fue su causa pero no su sustancia. Dio origen a la existencia del mundo, por
él, pero no está hecho con partes de él, no es de
él en ese sentido. Sin embargo, si el mundo no fue creado a partir de Dios (ex
Deo) ni a partir de ninguna otra cosa (ex materia) coexistente
con él, el mundo debió haber sido creado de la nada (ex nihilo). No hay
otra alternativa. Dios creó una cosa que antes de que la creara no existía, ni
en él ni en ninguna otra parte.
El único lugar en que el mundo
«existía» antes de que Dios lo creara era como una idea en su mente. Así como
un pintor puede tener en mente una idea de su obra antes de pintarla, Dios tenía
una idea del mundo antes de crearlo. En este sentido, el mundo preexistió en la
mente de Dios como una idea que todavía no tenía existencia.
----------------------------------------------------------------------------------
Extracto
Libro:
¿Quién creo a Dios? Y respuestas a más
de 100 preguntas acerca de cuestiones de Fe.
Editores
generales: Ravi Zacharias y Norman Geisler
Colaborador:
Norman Geisler
Páginas:
28-30
Capitulo:
1
Editorial:
Vida
Año:
2003
No hay comentarios.:
Publicar un comentario