lunes, 12 de octubre de 2015

¿Cuál debería ser la relación entre la Ciencia y la Teología?



Las respuestas a esta pregunta tan discutida pueden dividirse básicamente en dos grandes campos: quienes insisten en que no hay conflicto posible entre la ciencia y la teología y aquellos que consideran que dicho conflicto es posible. Los cristianos deberían ser cautelosos antes de aceptar la respuesta fácil del primer campo. Es muy tentador para los creyentes religiosos tratar de evitar todo el problema y afirmar que la religión y la ciencia nunca pueden entrar en conflicto, no hay nada de qué preocuparse. Pero esta respuesta puede ser considerada inaceptable una vez que la examinamos con más detenimiento, porque cualquiera que opte por esta primera respuesta, debe sostener una teoría de la doble verdad, según la cual algo puede ser científicamente falso pero teológicamente verdadero; o que son complementarias, que la ciencia y la teología son dos campos que no se superponen (la ciencia se refiere a los hechos y la teología nos da el marco de los valores y el sentido). Sin embargo, la teoría de la doble verdad es incoherente, dado que hay una verdad objetiva acerca de la realidad. (Afirmar: «No hay verdad objetiva» sería en sí una verdad objetiva y, por lo tanto, ¡estaría refutando lo que pretende afirmar!). Pero si hay una verdad objetiva acerca de cómo es el mundo, no es lógico afirmar, por ejemplo, que mientras, desde el punto de vista científico, es verdadero que el universo es eterno y no fue creado, no obstante, desde el punto de vista teológico, es verdad que tuvo un principio y que fue creado.

Con respecto a que se traten de dos disciplinas complementarias, la aproximación popular demasiado a menudo no es más que una excusa velada para desestimar los postulados de verdad de la religión, como es evidente en el comentario cándido de Freeman Dyson: «A fin de cuentas, la ciencia trata acerca de cosas y la teología trata acerca de palabras» La idea de que sean dos campos complementarios también es inaceptable, porque la fe cristiana hace afirmaciones históricas, y la historia tiene, desde un punto de vista epistemológico, la misma jerarquía que la ciencia, como es evidente especialmente en las ciencias históricas como la paleontología y la cosmología. Por lo tanto, no se puede evitar la posibilidad de verdades conflictivas entre la ciencia y la religión. Debemos reconocer el riesgo que esto implica para la fe cristiana: la verdad del cristianismo estaría en peligro. Sin embargo, ahí radica también su grandeza, porque el mundo que ambos campos tienen en común y que hace posible el conflicto también ofrece la posibilidad de verificar las verdades preconizadas por la teología cristiana.


¿Cómo describe la ciencia moderna al mundo?

C.P. Snow se lamentaba en su famoso ensayo: «The Two Cultures» [Las dos culturas], que a pesar de que la mayoría de las personas viven en una era científica y disfrutan diariamente los beneficios de la misma, no tienen idea de lo que ésta enseña acerca del mundo. Aunque la mayoría hemos cursado materias de ciencia en la escuela y la secundaria, pocos podríamos describir ni siquiera a grandes rasgos la imagen del mundo representada por la ciencia moderna. Sin embargo, si no se entiende cómo concibe el mundo, resulta imposible poder relacionar nuestra teología con la ciencia y arribar a una cosmovisión unificada. Por lo tanto, con la ayuda de Victor Weisskopf, quisiera esbozar un perfil de la visión que la ciencia moderna tiene del mundo conforme a su desarrollo histórico:

1. Unificación de la mecánica celestial y terrenal: las mismas leyes de la naturaleza rigen en todo el universo.

2. La existencia de especies atómicas: toda la materia es el resultado de la combinación de unos cientos de átomos elementales diferentes.

3. El calor es movimiento aleatorio: el calor se debe al movimiento de las partículas de la materia y no es en sí una sustancia.

4. La unificación de la electricidad, el magnetismo y la óptica: son todas manifestaciones del mismo campo electromagnético.

5. La evolución de los seres vivos: la vida y la complejidad biológica surgió como se describe en la síntesis Neodarwiniana.

6. La teoría de la Relatividad: el espacio y el tiempo están unificados en las cuatro dimensiones espacio y tiempo, cuya curvatura corresponde a campos gravitacionales.

7. La teoría Cuántica: a un nivel sub-atómico las nociones de posición y de momento tienen límites debidos a la indeterminación causal.

8. La Biología Molecular: el descubrimiento de la macromolécula de ADN reveló que el código genético es responsable del desarrollo de los seres vivos.

9. La «Escala» Cuántica: los sistemas materiales están ordenados jerárquicamente de manera que, cuanto menor sea el sistema, mayor será la energía condensada allí, develando así el secreto de la energía nuclear.

10. Un universo en expansión: el universo tiene una evolución histórica que comenzó con una gran explosión.

Muchas de estas cuestiones dan lugar a importantes cuestiones de orden apologético. Los cristianos alertas, especialmente los líderes, necesitan contar con una comprensión general de estas cuestiones y estar preparados para ofrecer su perspectiva al respecto y sugerir recursos apropiados a quienes deseen respuestas más profundas. Lamentablemente, las cuestiones que deben discutirse son tantas y la amplitud de los temas es tan vasta que el espacio del que disponemos no permitirá más que un tratamiento superficial de los mismos. Por lo tanto, he decidido considerar brevemente solo cuatro áreas que se han caracterizado últimamente por una interacción significativa entre la teología cristiana y la ciencia.

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Extracto
Libro: ¿Quién creo a Dios? Y respuestas a más de 100 preguntas acerca de cuestiones de Fe.
Editores generales: Ravi Zacharias y Norman Geisler
Colaborador: William Lane Craig
Páginas: 62-65
Capitulo: 3
Editorial: Vida

Año: 2003

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